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lunes, 11 de enero de 2010

Con cultivos hidropónicos alimentan a los más pobres en Barranquilla

Desde hace 5 años, el religioso holandés Ciryllus Swinne trabaja para que personas de pocos recursos mejoren su nutrición con esta técnica de agricultura, que se puede aplicar en el patio de la casa.

Si hay una cualidad con la que se autodefine el religioso holandés Ciryllus Swinne, a la hora de iniciar un proyecto de cualquier índole, es la perseverancia.

Y esa misma es la que se evidencia en los muchos que hizo para que funcionaran los cultivos hidropónicos en uno de los patios de la Fundación Hogar San Camilo, del barrio La Paz, en el suroccidente de Barranquilla, la cual dirige y donde está radicado desde hace más de dos décadas.

Dicha alternativa agrícola, puesta en marcha desde hace cinco años por el padre Cirilo, como es mejor conocido, y de la que resulta controladamente en un entorno artificial la producción de pepinos, apio, acelga, lechuga, entre otras plantas, sirve para que todos los días reciban sus alimentos 350 personas entre niños discapacitados, abuelos, y algunos visitantes de escasos recursos de los barrios aledaños que llegan al Hogar.

También fue de gran utilidad para María Acosta, una humilde vecina del padre Cirilo y de las pocas que pusieron atención a las capacitaciones sobre los hidropónicos.

Durante meses, Acosta consiguió que en un espacio reducido de su patio, funcionara la siembra de maracuyá, calabaza, pepino, apio y berenjena. En ese entonces muchos en La Paz se contagiaron de su espíritu, pero a la nada, luego de recoger varias cosechas, dejaron el interés, quedando de nuevo más cerca de la pobreza y la desnutrición.

Es por eso por lo que Swinne, quien aprendió la técnica de los cultivos hidropónicos de César Marulanda, confiesa que no ha podido consolidar ese gran sueño que lo trasnocha: "En esta ciudad muchos mueren por desnutrición y esta podría ser una solución", dice el religioso en un español entendible pero que no pierde su acento extranjero.

En medio de orquídeas cultivadas por él, el padre Cirilo explica que a pesar de la difícil situación económica de la mayoría de sus vecinos, estos no han querido ser disciplinados con los ciclos de riego que cada planta necesita. "Es una técnica sin complicaciones, pero tampoco surge por arte de magia", sostuvo orgulloso.

El padre Cirilo vive en permanente contacto con César Marulanda, quien le asesora en los cultivos que tiene funcionando en el Hogar San Camilo y que se han convertido en una terapia para los cientos de abuelitos que allí residen y que no pierden oportunidad para regarlos para que sus frutos florezcan.

Joel López, la mano derecha del padre Cirilo en lo que tiene que ver con cultivos hidropónicos, señala que el truco para que den resultados es la paciencia, dedicación y seguimiento.

"El padre quiere que el año entrante tengamos una infraestructura mucho más grande para abastecer también a almacenes de cadena", recalcó López, quien el año pasado estuvo vinculado a un programa de una Ong estadounidense que les enseñó a 100 desplazados del departamento del Atlántico la técnica para conseguir cultivos hidropónicos.

"En La Costa no hay este tipo de cultura, pero nosotros seguimos intentándolo hasta que logremos consolidarnos y ayudar a los que lo necesitan", destacó.

- Siembra también es terapia para ancianos.

De la mano de la bióloga Dary Luz Cárdenas, el Padre Cirilo Swinne pronostica que podrá desarrollar mejor su proyecto en el 2010. La experta dijo que más que enseñarles a las personas la técnica, lo importante es que entiendan que así van a tener comida nutritiva en su hogar.

La idea es que los cultivos sean rentables y que los viejitos del hogar puedan seguir disfrutando de esta terapia.

"Dary Luz viene sacándoles muy buenos resultados a la acelga china y otra plantas y de ahí es de donde queremos partir", concluyó el religioso..

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